miércoles, 21 de octubre de 2009

EL ORGANISMO Y LA ACTIVIDAD FÍSICA

Son varias las consecuencias positivas que el hábito de prácticas de actividades físicas tiene para el organismo, destacamos:
A nivel cardiaco: El corazón es un músculo, que como tal, se puede desarrollar mediante el ejercicio físico. Así, igual que cualquier otro músculo se hipertrofia, se agrandará su capacidad de distribución de sangre. A mayor capacidad del corazón será la distribución sanguínea y mejor irrigados estarán los tejidos del organismo.
A nivel respiratorio: El ejercicio físico, de tipo aeróbico, mejora las condiciones respiratorias de nuestro organismo en tanto que provoca un momento de la capacidad pulmonar abriéndose un mayor número de alvéolos.
A nivel muscular: Desarrolla la musculatura del cuerpo y mejora el rendimiento deportivo, sino para la mejora de condiciones fundamentales, como: Mantener la toxicidad necesaria proteger los órganos más sensibles de nuestro cuerpo, prevenir malformaciones o alteraciones posturales, desarrollar musculatura imprescindible para la calidad de vida.
A nivel osteo-articular: En el aumento de la movilidad de nuestras articulaciones, previniendo artrosis o disfunciones articulares, desarrollando la flexibilidad y fortaleza de los ligamentos y tendones.

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